Trichilia oligofoliolata, o coya colorado como se le conoce en los bosques secos del Tolima, pertenece a la familia de los cedros y caobas. La historia de su descubrimiento es muy peculiar: cuando fue observada por vez primera en uno de los relictos de bosque seco con mejor estado de conservación en Colombia, ni los mejores botánicos descubrieron su verdadera identidad científica.
De inmediato, llamó la atención de los expedicionarios por sus flores en extremo parecidas a las de otras especies del género Trichilia, lo que llevó a pensar que esta nueva especie podría pertenecer a ese género. Sin embargo, las hojas resultaron distintas en su totalidad, causando desconcierto entre los taxónomos. Después de tres años de haberla descubierto, en 1998 los expertos la nombraron por consenso como Trichilia oligofoliolata.